En el cursillo me di cuenta de que para Dios las casualidades no existen, que fue una
CASUALIDAD, ya que Él llevaba queriendo tener un encuentro conmigo mucho tiempo
y por circunstancias de la vida no había abierto los ojos y el corazón.
En el cursillo descubrí el gran AMOR que tiene Dios hacia nosotros, que nos acepta tal cual somos y
que nosotros tenemos que llevar ese AMOR de Dios a nuestra vida y dar testimonio de
ello. Mi vida ahora tiene una visión completamente distinta ya que está Dios en el
centro de ella.
Marta Martínez Carranza
Cursillo 1110.
Rosa luna lopez
09/11/2020Mi gran amigo paco Martinez coordinador del cursillo de mi hermano creo fue 500 clausura fue en la universidad de veterinaria,después coordinador del cursillo de mi padre y Matilde su señora tuve el honor de estar con ella en varios cursillos mi madre también estuvo Matilde en su cursillo,y de matrimonios con mis padres, y javier su hijo familia muy conocida por la mía atraves del cursillo,gran encuentro con el señor, y si. Marta, nada es por casualidad,para Dios no existe la casualidad, un beso guapa se feliz con Jesús en tu vida
Rafael Carlos
09/11/2020Tu abuelo, también fue mi coordinador. Y en el cursillo aprendí que las casualidades ocurren cuando Dios quiere quedar en el anonimato. Un beso
Ana Muñoz
08/11/2020Enhorabuena!! Un amor de sobrina, al igual que sus hermanos. Te queremos.
Juan Carlos Luque Garcia
08/11/2020Hice el Cursillo 590 con su abuelo, Paco Martinez, que fue como un segundo padre para mí y su hijo Javier, mi hermano del alma. Para mi fue una Diosidad, el Señor se vale de lo que sea o quien sea para llegar a nuestro duro y prepotente corazón, pero siempre llega, solo hace falta que le escuchemos y le digamos SI, cómo fue mi caso hace ya 36 años. Desde ese momento inundó mi vida de su Gracia y lo deje que me moldease a su imagen y semejanza, a pesar de mis miserias, torpezas e imperfecciones. Estoy siendo muy trabajoso para El, pero si no fuese por su insistencia ¿que sería de mi? Todo lo que soy y puedo llegar a ser, se lo debo a El porque mi vida se la he ofrecido enteramente, a pesar de que a veces no le escucho, no le hago caso, miro para otro sitio y no me interesa que me diga nada, pero lo que sí estoy seguro es que SIEMPRE ESTA A MI LADO y que depende únicamente de mi, que lo abrace, lo escuche, lo sienta, lo quiera y confie en El. Es mi decisión y me da libertad para elegir. Y como podéis imaginar, decido estar cerca de El, solo así puedo hacer que mi mejor versión sea la que permita que sea útil a los demás, que de eso se trata, como diría Santa Teresa de Calcuta «Quién no vive para SERVIR, no sirve para VIVIR». Dios cambio mi vida y tengo la responsabilidad de que con sus enseñanzas, cambiar mi entorno. El apostolado o evangelización debe ser nuestra meta y dar a conocer al Señor, nuestra MISIÓN en la vida. DE COLORES.