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Seguramente te hayan invitado cientos de veces a vivir, que no a hacer, un Cursillo de Cristiandad. Es muy posible que tengas un amigo o un familiar que te ha insistido en más de una ocasión de que te vendría bien, de que vas a disfrutar muchísimo y que no te vas a “bajar” igual. Durante más de 60 años, más de 30.000 personas han pasado por esta experiencia, y entre esas personas seguramente esté tu amigo o ese pariente que te ha invitado tantas veces. A más de 30.000 personas les vino muy bien, han disfrutado muchísimo y no se han “bajado” igual.
El Cursillo de Cristiandad es una experiencia de encuentro con uno mismo, con Dios y con los hermanos en tres intensos días. El cursillo es para toda persona que quiera y busque darle sentido a su vida. Comienza el jueves por la tarde a las 20:00 y concluye el domingo con la clausura a última hora de la tarde. Todos y cada uno de los momentos que se viven en un cursillo te aportarán algo nuevo que te ayudará a ver tu vida desde otra perspectiva gracias a los testimonios de personas que viven su ser cristiano en su día a día. Una experiencia que merece la pena ser vivida y que no te dejará indiferente.
El Cursillo se destina a todas aquellas personas que deseen profundizar en su fe pero, fundamentalmente, a personas indiferentes, no creyentes o alejadas de Dios, capaces de captar el mensaje evangélico y de comprometerse al servicio del prójimo y de la Iglesia.
Está dirigido a aquellos que tienen una inquietud espiritual, y que buscan una motivación trascendente que llene y de sentido a sus vidas. La experiencia de los tres días del Cursillo no puede quedar en una inolvidable experiencia, es para quien está dispuesto a comenzar una nueva vida.
El Cursillo de Cristiandad puede ser una experiencia de fe que ilumine nuestro caminar. Quien lo vive, suele decir que ha vivido los tres días más interesantes de su vida.
El Cursillo de Cristiandad proclama lo fundamental cristiano, de forma testimonial, cálida, alegre, jubilosa. Más que demostrar grandes verdades muestra vidas, tocadas por la fuerza del Espíritu.Con un estilo directo, cercano, presentado por testigos, no por maestros. La proclamación de lo fundamental cristiano en el Cursillo de Cristiandad es llevada a término por sacerdotes y seglares, con su palabra y con su vida.
El Movimiento de Cursillos de Cristiandad es de la Iglesia y para la Iglesia. Intenta ayudar a descubrir y desarrollar la vocación de cada uno y, a encontrar su sitio en la Iglesia. Busca crear grupos de cristianos que transmitan el Evangelio en su ambientes: en la familiar, en el trabajo, en el estudio; allí donde esté, el cristiano debe ser anuncio vivo del evangelio.
Un Cursillo de Renovación es una experiencia que te devuelve a tu cursillo para recordar el mensaje que en él te anunciaron. Un año después de vivir el Cursillo, se puede vivir esta experiencia que dura algo más de 24 horas, comenzando en la tarde del sábado y concluyendo con la eucaristía el domingo a las 20:00.
El Cursillo de Matrimonios es un momento para vivir y compartir los dos juntos la fe, la gracia, el encuentro y la felicidad de saberse hijos de Dios. Todo ello desde la tarde del sábado hasta el domingo a las 20:00, finalizando con la eucaristía. Después de haber vivido la experiencia del Cursillo, es una gran oportunidad de crecer juntos en el amor poniendo a Dios en el centro de vuestro matrimonio.
Vivir una cocina es toda una experiencia de servicio para que otros vivan la experiencia que una vez viviste en el Cursillo. Cocinar y limpiar con alegría y entrega para ayudar desde el silencio a los cursillistas que están viviendo el gran encuentro de el Cursillo. Podrás vivir esta experiencia un año después de vivir el Cursillo.
BUSCANDO MI CAMINO
“Descubrir su mirada sencilla basada AMOR”, así definiría mi Encuentro con Jesús donde aprendí su mensaje y supe trasladarlo a mi día a día; donde gracias a su mirada afronto las debilidades poniéndolo SIEMPRE a Él en el centro y apoyándome en mi Comunidad de jóvenes que me ayudan a crecer, a compartir y acercarme más a Él.
SERENIDAD
Serenidad. Así definiría yo mi paso por Cursillos. Hay ocasiones que necesitamos pararnos y dar un paso atrás, para ver dónde estamos y a dónde queremos llegar. No es fácil, ni mucho menos. Y más con todas las distracciones con las que nos encontramos diariamente. Pero hay veces que es necesario desconectar del mundo para volver a conectar con uno mismo. Y eso rodea a la persona con una luz distinta, una luz especial que es difícil de ignorar.
He vuelto a descubrir el amor de Dios
Mi cursillo me ha permitido encontrarme con el Señor, me ha dado la oportunidad de escuchar cómo me dice que me quiere, que soy importante, y que ver el mundo y a los demás a través de sus ojos nos lleva a vivir una vida más feliz y plena, una VIDA con mayúsculas.