El cursillo llegó a mi cuando mi relación con Dios no pasaba por su mejor momento, me había alejado de su camino y no contaba con Él en mi vida.
Mi madre pertenece al movimiento y, tras mucho insistirme, acabé aceptando ir a la casa de San Pablo, más por darle gusto a ella que por decisión propia. No podía estar más equivocado. La experiencia de vivir ese triple encuentro me hizo darme cuenta de que Dios esperaba pacientemente a que yo lo dejara entrar en mi vida.
Hacer el cursillo ha supuesto un antes y un después para mí, ahora lo veo todo con otra perspectiva. Dios camina conmigo y está a mi lado. Me siento acompañado por Él y da sentido a mi vida. Deseo seguir así siempre y espero saber hacer llegar a los demás el amor de Dios que he encontrado en el cursillo.
Pablo.
Cursillo 1112.
Pilar
06/11/2020Que grande eres Pablo y que suerte tienes con tener esa madre . El Señor te siga bendiciendo .
Jose Miguel Cañas Rojano
06/11/2020Así es. En mi caso se trató de una irrupción de Dios en mi vida. Irrupción que motivó mi acercamiento a El, en principio a través de Cursillos. Ahora, después de unos años, sigue estando muy presente en mi vida.
Me siento profundamente feliz y agradecido a Él.
Rosa luna lopez
06/11/2020Muy cierto pablo todo cuanto comentas el cursillo nos cambia la vida para vivir de una manera difernte con alegría fé esperanza paciencia