El cursillo que he tenido la oportunidad de vivir en estos días me ha cambiado la vida.
Me ha hecho ver que siempre hay una oportunidad en la vida, que hay mucho que agradecer y que perdonar.
Ha sido un encuentro con Dios, el cual ha hecho sentirme en plenitud.
Doy gracias a Dios y le pido fuerza en mi cuarto día de cursillo, para seguir predicando su palabra con alegría.
Déjate querer por Dios.
Samuel
Cursillo 1095
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