Yo amaba a Dios y estaba presente en mi vida, pero desde que subí a la casa de S. Pablo, este Tabor tan especial para los que hemos realizado el Cursillo, lo amo mucho más.
Mi encuentro con Jesús en el Sagrario hizo que mi corazón se abriera a ÉL dejándolo actuar plenamente en mi vida, porque sólo ÉL sabe cuál es mi plan perfecto. Lo vivido es difícil de explicar cuando es tan intenso, pero sí puedo decir que volví llena de su Amor y Perdón. Además, sentí la fraternidad, generosidad y la unión de todos los que convivimos durante estos días.
Sólo me queda añadir que siento que el Cursillo 1.111 fue un hermoso regalo que Dios me tenía preparado. ¡Ahora mi vida es DE COLORES!
Mª José
Cursillo 1.111

sdr
María Delgado
09/03/2020Comparto tus sentimientos, para mí también fue y sigue siendo especial.
Un fuerte abrazo