Lectores de “Cuarto Día”, ¡buenas a todos! Cuando los responsables de esta publicación me pidieron este artículo me dio muchísima alegría de saber que podía aunar en unas líneas mi cariño hacia donde el Señor me ha puesto en su Iglesia. Por un lado, en el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, donde desde hace muchos años el Señor no deja de sorprenderme en ese constante “cuarto día” que intento cada día renovar con ilusión; y por otro lado en Hakuna, donde también participo y vivo mi fe.
¿Qué es exactamente Hakuna? Por un lado, no es nada nuevo: No deja de ser una realidad más de Iglesia como tantas otras; y por otro lado, es una bocanada de aire fresco para muchos jóvenes que encuentran una forma muy dinámica de seguir al Señor. Lo primero y más conocido que se realiza en Hakuna es una Hora Santa semanal, donde por medio de la música, nos acercamos a Cristo en la Eucaristía. Junto con esta oración semanal, para aquellas personas que lo necesitan, existen unos grupos llamados “Revolcaderos” que no dejan de ser sino pequeñas comunidades cristianas (al estilo grupo de poscursillo) donde se comparte la fe, la oración, la amistad y la acción hacia los demás.
Para muchos jóvenes (y no tan jóvenes), Hakuna es una forma alegre y cercana de vivir su “ser cristianos” en medio del mundo, siendo testimonio vivo en sus ambientes de lo que es la vivencia alegre del Evangelio de Jesucristo. Por medio de la música, de la oración y del compartir en grupo la fe, crecemos en amor a Cristo y a los demás
Gabriel
11/03/2022Inspirador. Muchísimas gracias