Dejémonos conducir por el Espíritu: Sal, de tu tierra.

El pasado martes 31 de enero, se celebró la Conversión de San Pablo, patrón del MCC, en las tres sedes de Córdoba, con una Eucaristía y Ágape fraterno.
En la Sede de la campiña nos reunimos en la Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen de Lucena. Ofició la misa el párroco D. Eugenio Bujalance y en su homilía, nos hizo ver cómo el Señor nos tira del caballo también a nosotros, como hizo con San Pablo, nos anima a vivir una nueva vida con Él en el centro y nos empuja a Evangelizar y a llevarlo a todos los que nos rodean. Durante la Eucaristía cantaron algunos componentes del coro de la parroquia.
A continuación, como miembro del MCC, Antonio Pavón dio testimonio de su proceso de conversión y de su vida de Fe. Hubo un agradecimiento, por parte de todos, hacia nuestro sacerdote D. Eugenio, reconociendo su generosidad, entrega y disponibilidad hacia el movimiento. Por Último, hubo un momento precioso de compartir en el que nos pudimos reunir con todas las personas que nos acompañaron de los grupos de poscursillo y nuestros familiares.
La Sede de la Sierra nos reunimos en torno al altar con el viceconsiliario D. Jesús Linares, el cual nos habló de cómo San Pablo tuvo un gran cambio en su vida después del encuentro con Jesús resucitado, él debe ser modelo en nuestra conversión.
Celebramos también el día de San Juan Bosco, el cual dedicó su vida a los niños, firmándolos, cuidándolos, creando escuelas, en definitiva, evangelizando a la juventud. A continuación Manoli García del Grupo de Acogida de Pozoblanco, nos habló de su testimonio de conversión.
Terminamos dando gracias a Dios por los sacerdotes que nos acompañan a realizar la misión de anunciar la Buena Nueva y terminamos con un Ágape compartiendo cositas «güenas’ de nuestra sierra.
En la Eucaristía, celebrada en Córdoba, asistieron sacerdotes, la escuela, los grupos de poscursillo y cursillistas con sus familiares. Fue concelebrada por sacerdotes colaboradores con el movimiento y presidida por el Consiliario D. Manuel Sánchez. En la homilía se destacaron puntos coincidentes entre la Peregrinación de San Pablo a Damasco y la Peregrinación de jóvenes mallorquines a Santiago de Compostela, origen del Movimiento de Cursillos.
Dios regala su gracia a todo el que quiera acogerla, para que impregne su vida y así lo reconoce María en su Magníficat, que por la gracia Dios, el poderoso hizo grandes obras en ella y San Pablo, que escribió su magníficat particular y quedó recogido en todas sus cartas.
Además fuimos invitados a dejarnos conducir por el Espíritu siguiendo el lema de este año: SAL, de tu tierra. Estamos llamados a Salir de nuestra tierra, como el mismo Dios, que salió al encuentro del ser humano, en la persona de su Hijo Jesús, para darse sin límites, por puro amor y nos espera con paciencia infinita para que habitemos tierras nuevas, todos juntos, acompañándonos los unos a los otros, en comunión fraterna, cada una su ritmo, como Dios disponga, libres de nuestras propias certezas, oscuridades y temores, respetando los tiempos de los que encontremos en el camino para que nada ni nadie pueda separarnos del Amor de Dios.
Nos acompañó con sus cantos en alabanza a Dios, La Murga. Un coro formado por un magnífico grupo de amigos, nacido de una reunión de grupo hace ya más de 50 años. Este grupo acompañó durante muchos años con su música en la eucaristía del sábado del Cursillo.
Agradecidos por su asistencia y su colaboración, damos gracias a Dios por tantos cantos compartidos y por tantas letras entrañables que han ayudado a muchos a acercarse un poco más a Dios.
MURGA – Marchemos Unidos Repartiendo Generosidad y Amor
La presidenta, Yolanda Muñoz, hizo la Acción de Gracias de la Eucaristía por todos los bienes recibidos y agradeció a los sacerdotes que caminan a nuestro lado entregados en la misión de anunciar en los cursillos al Señor, con un obsequio, por su dedicación, cariño, ánimo y compromiso.
Al finalizar la Eucaristía, los asistentes compartieron alrededor de las mesas saludos, vida, sonrisas, experiencias y los platos aportados con alegría para la cena fraterna, con el fin de celebrar la vida en Cristo, estar juntos y crecer en amistad y acercamiento dentro de la comunidad. !!!DE COLORES¡¡¡
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