La Comunidad de Cursillos de Cristiandad, se reunió en oración junto a Jesús Sacramentado, el pasado 31 de enero en la Parroquia de Beato Álvaro de Córdoba. En la oración de petición a nuestro Señor, se ha rogado por el Movimiento, sus Grupos, la Escuela y especialmente por los Cursillos que se van a celebrar en Córdoba y en el mundo entero el próximo mes.
La oración fue presidida por D. Tomás Pajuelo, que centró su predicación sobre la tercera bienaventuranza: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados”. D. Tomás nos propuso cómo hemos de afrontar la vida cuando está marcada por los sufrimientos y sacrificios: nuestro consuelo es vivir la adversidad desde y para Cristo, porque sintiendo su presencia, abandonándonos en Él, estaremos en paz y podremos vivir con alegría el ofrecimiento de nuestro dolor para que muchos puedan encontrarse con Él.
En esta Hora Apostólica nos cuestionamos sobre las causas de nuestras lágrimas, llegando a discernir por cuáles nos acercamos a Dios. Damos gracias a Dios por habernos traído a la oración que nos ha permitido recordar que el Señor, es el centro del perdón y la misericordia y sólo Él nos llama a ser felices, dichosos, bienaventurados…
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