El martes 23 de junio, se celebró en el Salón de Clausuras de S Pablo la última sesión de Escuela del MCC de Córdoba, bajo estrictas medidas de seguridad. Se comenzó con una reflexión de la presidenta del Secretariado Dª. Yolanda Muñoz, seguida de una Eucaristía concelebrada por D. Manuel Sánchez y D. Francisco Roldán.
Dª Yolanda Muñoz expresó su alegría por el reencuentro después de varios meses de alarma sanitaria. Enumeró los logros alcanzados en este curso antes de la alerta sanitaria: cursillos programados mixtos, de matrimonios y de renovación, la Fiesta de la Navidad y la Conversión de S Pablo, los Ejercicios Espirituales y el Retiro de Cuaresma. Recordó lo que ha quedado en el camino: 6 cursillos mixtos y uno de renovación, la representación de “Testigos de la Pasión”, el Zoco de Colores, la Fiesta de Fin de Curso y las elecciones a la Presidencia. Además resaltó, que por la gracia del Espíritu de Dios, hay dones que no ha perdido el MCC de Córdoba en este confinamiento, sino que se han reforzado, la CONFIANZA, la ORACIÓN y la COMUNIÓN.
Reconoció que la nueva situación mundial nos ha traído mucho dolor, pero también se valoró, la mayor implicación de muchas personas en el MCC, por hacer llegar el mensaje de Cristo a los demás aprovechando las nuevas tecnologías, que han permitido reuniones virtuales para mantenernos más unidos, porque “el Kerigma no ha sido confinado”.
Dª Yolanda Muñoz, nos animó a trabajar enfrentando con valentía la “nueva normalidad” del curso próximo, sabiendo que se pueden presentar diferentes escenarios; el reto pues, es seguir llegando a los hermanos de forma creativa, como el Papa a veces ha sugerido: “Fidelidad creativa”, para llevar la alegría y esperanza del Evangelio.
A continuación la Escuela del MCC de Córdoba, vivió una gozosa Eucaristía en la que D Manuel Sánchez en su homilía nos animó a seguir adelante, sin temer a las circunstancias que se puedan presentar, sin que el miedo nos paralice. Nos insistió en redescubrir cada día, el Amor que Jesús nos tiene, y que con su gracia encontraremos el camino que nos acerque a nuestro prójimo para llevarlo hasta Él.
Dios que reparte su gracia a través de la oración quiso regalarnos, finalizar con una oración preciosa, leída por todos los asistentes y con el compromiso de seguir orándola este verano, para que por su misericordia Él supla nuestras debilidades.
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