Mi nombre es Carmen y con 20 años decidí hacer un Cursillo de Cristiandad. La idea me rondaba desde hacía tiempo, pero nunca me atrevía a hacerlo porque aún sin saber lo que era ya suponía que iba a ser una experiencia de las que no te dejan indiferente. Y efectivamente así fue. Cursillos me cambió la vida, o mejor dicho, cambió por completo mi modo de verla y afrontarla.
Es muy difícil explicar las sensaciones vividas los días en los que se desarrolla el Cursillo, todas ellas fueron intensas y preciosas. Lo que sí es cierto es que salí del mismo llena por completo de una felicidad inmensa, llena de energía y mucho amor.
Desde entonces, mi vida como cristiana adquirió un sentido completo. Descubrí al Señor en Cursillos, y supe ver el regalo tan maravilloso que es el camino que Dios nos ha dado en la vida, la importancia de compartir nuestra fe con todos aquellos que nos rodean y de dar testimonio al resto, el valor de entregarte a los demás, y de vivir feliz y de colores a pesar de las adversidades.
La experiencia es realmente un punto de inflexión en la vida de cualquier persona, que sin duda la cambiará para bien y la dotará de sentido.
Estaré siempre infinitamente agradecida al Movimiento de Cursillos de Cristiandad, a todas aquellas personas que voluntariamente se ofrecen a compartir su testimonio de vida y experiencia cristiana, a compartir la alegría de Dios y la felicidad de ese Encuentro.
Carmen
Cursillo 1056
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