Podríamos decir que ha sido un encuentro mas, otra reunión en la que nos hemos reencontrado con viejos amigos y en la que hemos conocido a nuevos “socios” en este área de Medios. Pero no lo voy a decir, me niego, es totalmente falso.
Lo que podría suponer un encuentro más en el que hablar y hablar, compartir ideas que pueden caer en saco roto y volver a mi diócesis con ilusiones que se podrán quebrar en poco tiempo, ha sido todo lo contrario. Los presentes, unos “cuantos bastantes” como diría un amigo mío, no sólo hemos compartido nuestras experiencias, nuestras alegrías e ilusiones, nuestros desánimos y fracasos, sino que hemos logrado crear grupo, comunidad desde nuestras comunidades, y hacer piña en torno a los Medios de Comunicación y la responsabilidad que conlleva estar al servicio del movimiento en este trabajo concreto.
Nos volvemos a nuestras diócesis con la satisfacción del deber cumplido y con el compromiso de no decaer en el esfuerzo y en la tarea de seguir llevando a Cristo a los hermanos desde los Medios. Muchos, variados, clásicos como la revista Kerygma o modernos como las páginas web o las redes sociales, todos ellos nos permiten, si hacemos bien nuestro trabajo, informar con espíritu de verdad y con amor cristiano a todos los seres humanos de las noticias y hechos que ocurren en nuestra Iglesia, y concretamente en nuestro movimiento de Cursillos de Cristiandad.
El campo es muy extenso, y como siempre, los viñadores somos pocos. Por eso, una de los proyectos que han surgido de este encuentro ha sido el aumentar la implicación de los Secretariados y de los Responsables de Medios a la hora de dar a conocer lo que sucede, siempre con seriedad y haciendo comunión con el resto de los hermanos que conformamos el movimiento en la Iglesia española. Sólo colaborando entre todos y desde el compromiso, podremos hacer realidad, no sólo el hecho de informar y mantener a todos presentes en la actualidad de nuestras diócesis, sino también de llevar el mensaje de Cristo y ser primer anuncio, a través de los Medios de Comunicación.
Conscientes de este servicio al movimiento y a la Iglesia, regresamos a nuestras comunidades-familias, porque Cursillos somos una gran familia, con espíritu renovado, las pilas cargadas y el compromiso de hacer bien, muy bien, la tarea evangelizadora que se nos encomienda. En este “Año de la Fe”, nuestro movimiento tiene un especial protagonismo, ya que somos los “culpables” con la ayuda y el encargo del Señor, de ir por el mundo a renovar, revivir, hacer reencontrar la fe que tantos y tantos tienen dormida, olvidada o simplemente, aun no han tenido la oportunidad de encontrar. Tenemos las herramientas necesarias para que la fe se reafirme: el cursillo, la lectura de la Palabra de Dios, la Eucaristía y el encuentro personal, tú a tú con nuestros amigos, vecinos y conocidos, a los que podremos invitar a participar en el cursillo y hacer realidad la parábola evangélica sobre la fe que aparece en San Marcos, “cayendo en tierra buena y dando fruto”. Podemos realmente ser portadores de la chispa que, con la Gracia de Dios, encienda los corazones de los demás y, por tanto, sus almas tengan ese encuentro especial con Cristo y descubran cuán grande es su amor y qué importante es la fe viva en cada uno de nosotros, que transforma nuestra sociedad, nuestras vidas y nos hace vivir con esperanza y con la alegría de sentirnos hijos de Dios y verdaderos herederos de la vida eterna que nos tiene preparada. Seamos partícipes activos de esta nueva evangelización desde los Medios de Comunicación como apoyo seguro y firme a nuestro movimiento.
Con todo mi afecto y cariño, DE COLORES
José Alberto, diócesis de Sigüenza-Guadalajara
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