El pasado día 16 de Febrero se celebró el Consejo Diocesano de Pastoral, convocado por el sr obispo, para compartir y reflexionar juntos sobre la actividad y la situación de la Iglesia en nuestra diócesis de Córdoba, con una reflexión especial acerca de la Nueva Evangelizacion. Este consejo es un organismo colegial, consultivo y de asesoramiento del Sr Obispo, en el que hay una representación de los presbíteros, de los consagrados y de los laicos de toda la diócesis.
Tras la oración inicial se desarrolló una ponencia titulada “Un testigo del Sínodo de la Nueva Evangelización”, por D Jesús Higueras, invitado como auditor al Sínodo, y párroco de Nuestra Señora de Caná, en Pozuelo. En ella hizo una revisión de sus vivencias de sínodo, resaltando que uno de los temas más repetidos e importantes en el Sínodo fue la familia, como elemento fundamental en la transmisión de la fe y en la Nueva Evangelización; así como la importancia de la globalización y la necesidad de la Iglesia de participar y aprovecharse de esta “internacionalización” del mundo.
Destacó también la “conveniencia” de revitalizar las parroquias como centro de la vida cristiana, marcando como pautas la importancia de recuperar la vivencia eucarística, la confesión y la dirección espiritual; facilitando que la parroquia sea la casa de todos, donde se viva la comunión entre todas las realidades eclesiales; cuidando de los sacerdotes; y con una atención especial a la figura de María.
En su intervención recordó las palabras del Papa Benedicto XVI en la clausura del Sínodo, recordándonos que la Nueva Evangelización concierne a toda la Iglesia, tanto en la pastoral ordinaria, que debe estar más animada por el fuego del Espíritu Santo; como en la misión AdGentes, para tantas personas que no conocen a Cristo y necesitan de un Primer Anuncio (¿nos suena de algo?); y para tantas personas bautizadas que no viven su ser bautizados y han abandonado la fe.
Finalizó lanzando una cuestión para todos: ¡Cristianos! ¿qué estamos haciendo?
Terminada la ponencia, se presentó en una mesa redonda las actividades diocesanas en los distintos campos de evangelización: el anuncio y transmisión de la fe, la celebración litúrgica y la piedad popular, y en el campo de la caridad, descubriendo que son muchas las actividades que en Córdoba se realizan, pero que es considerable el trabajo a realizar.
Con todas estas reflexiones e informaciones, tuvimos ocasión de vivir una intensa sesión de trabajo por grupos, en la que reflexionamos y compartimos inquietudes y proyectos, terminando por la tarde con una Eucaristía en la que resumimos el sentir del día, con la ilusión y la esperanza de vivir el mensaje que el Señor nos dejó: “Id y anunciad el Evangelio…”
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