El acontecimiento de la celebración de Mil Cursillos de Cristiandad en nuestra Diócesis de Córdoba nos permite, por otro cauce más, acercarnos y experimentar la misericordia y el amor incondicional del Señor, pues un Decreto Vticano concede la Indulgencia Plenaria a los asistentes al Cursillo mil, de los próximos días 12 al 15 de enero; a los participantes en la Clausura, que tendrá lugar a las ocho de la tarde, como siempre, en nuestra Casa de San Pablo; y a todos aquellos que asistan a la Eucaristía de Acción de Gracias del próximo domingo 22. De mismo modo, se hace extensiva la Indulgencia Plenaria a todos los que, no pudiendo asistir a cualquiera de estas celebraciones, se unan espiritualmente a ellas y a aquellos que participen de la retransmisión de la Misa por televisión.
Brevemente, transcribo dos números del Catecismo de la Iglesia Católica, que explican qué son las indulgencias y cómo se obtienen por medio de la Iglesia:
Nº 1471: La doctrina y la práctica de las indulgencias en la Iglesia están estrechamente ligadas a los efectos del sacramento de la Penitencia. «La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos». «La indulgencia es parcial o plenaria según libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o totalmente» «Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias» (CIC, can. 992-994)
Nº 1478 Las indulgencias se obtienen por la Iglesia que, en virtud del poder de atar y desatar que le fue concedido por Cristo Jesús, interviene en favor de un cristiano y le abre el tesoro de los méritos de Cristo y de los santos para obtener del Padre de la misericordia la remisión de las penas temporales debidas por sus pecados. Por eso la Iglesia no quiere solamente acudir en ayuda de este cristiano, sino también mpulsarlo a hacer a obras de piedad, de penitencia y de caridad (cf Pablo VI, ibid. 8; Cc. de Trento: DS 1835).
Manuel Sánchez Gómez
Consiliario del MCC de Córdoba
Loli Ruz Feria
13/01/2012Mil gracias, doy todos los días al Señor cuando me levanto, por haberme encontrado con ÉL,por haber hecho mi Cursillo de Cristiandad, que ayer hizo un año, el tener esta Comunidad de Hermanos, que es lo mas hermoso que tengo.
Gracias a todos vosotros. Si Dios quiere allí estaremos en la Clausura 1000,y el la Eucaristia de Acción de Gracias, y como no voy a llevar a mi madre que tiene casi 91 años, ella tabien es Cursillista.
Un beso a todos en nombre de toda mi familia, y DE COLORES