Un nuevo año hemos celebrado la fiesta de nuestro Patrón San Pablo, que se conmemora el día 25 de enero, compartiendo la celebración eucarística. Ha sido una ceremonia preciosa, oficiada por nuestro consiliario Manuel Sánchez, acompañado por nuestro viceconsiliario Francisco Roldán y asesor Manuel Mª Hinojosa, y cuatro sacerdotes más de la diócesis, vinculados al Movimiento de Cursillos de Cristiandad.
En la homilía, nuestro consiliario ha resaltado que San Pablo es el modelo humano que debe guiar a nuestro movimiento y nos ha invitado a contemplar cómo el encuentro con Jesucristo le llevó a un cambio radical de su vida anterior, renunciando a sus propias convicciones y viendo los acontecimientos desde los ojos de Dios.
Desde este modelo de FE estamos llamados a vivir; de esta forma dejaremos los miedos, porque el miedo nunca es de Dios, las cosas que nos paralizan no son de Dios. Solo el Señor puede curar de nuestra ceguera y darnos la luz para poder decir, como Pablo, que todo lo que antes era ganancia para él, ahora lo considera basura.
Al final de la eucaristía, nuestra presidenta nos invitaba también a encontrar el reflejo de nuestra vida en la vida de San Pablo, e invitaba a compartir con el movimiento reunido en Córdoba a dos de los sacerdotes concelebrantes, que representaban la historia y el hoy del movimiento: Pedro Crespo y Rafael Prados. Pedro recordó, a sus 80 años, su paso por innumerables cursillos y la experiencia del Señor en su vida y en la de tantos; Rafael compartió la experiencia de sus tres años de cura y en cursillos, y las veces que siendo niño había vivido todas estas celebraciones en nuestra casa de San Pablo, ya que es hijo de un matrimonio perteneciente a la escuela.
Momento de celebrar, dando gracias al Señor, por todos los frutos derramados en la diócesis de Córdoba a través del movimiento de cursillos de cristiandad. DE COLORES!
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